4 tips para mantener sana tu microbiota

4 tips para mantener sana tu microbiota 

La microbiota intestinal es frecuentemente investigada por los científicos, pues si no hay una buena salud intestinal, se pueden desatar diversos problemas digestivos. Entre los impactos negativos que genera cuando no es eficiente se presentan:

  • Inflamación abdominal, gases y diarrea.
  • Tampoco hay una buena regulación de la leptina, lo cual ocasiona la necesidad de estar comiendo continuamente, pues no se siente saciedad.
  • Mal aliento, suele ser una señal de que la microbiota no está equilibrada.

Atención personalizada para mantener sana tu microbiota

Si decides mantenerla sana, debes crear ciertos hábitos saludables, que ayudarán a colonizar equilibradamente la microbiota:

  1. Incluir fibra en la dieta diaria, pues promueve el crecimiento microbiano en los intestinos, al tiempo que produce la mucosa que se adhiere a ellos, cuya función es prevenir las invasión de microbios y la susceptibilidad a enfermedades inflamatorias e infecciones, de acuerdo con el estudio The Impact of Dietary Fiber on Gut Microbiota in Host Health and Disease, publicado en Science Direct. Apuesta por la chía, manzana, avena, trigo integral, lentejas y frijoles en tu dieta diaria, para integrarle fibra. La recomendación de US National Academy of Medicine es de 30 gramos de fibra al día.
  2. En el libro Healthy Gut, Flat Stomach se sugiere la ingesta de prebióticos y leches fermentadas, que son ricas en probióticos como el yogur y el kéfir, para promover la salud digestiva. Ha demostrado su eficiencia para reducir los cuadros de diarrea, especialmente la cepa Bifidobacterium lactis Bb-12, de acuerdo con el estudio Probiotic Lactobacilli and Bifidobacteria in a fermented milk product with added fruit preparation reduce antibiotic associated diarrea and Helicobacter pylori activity.
  3. Cuando no duermes lo suficiente, de inmediato se genera una disminución significativa en la comunidad de bacterias saludables, que forman parte de la microbiota intestinal. Si el insomnio se vuelve crónico, provoca obesidad, según información publicada en The American Journal of Human Biology, pues se afecta la regulación del apetito, el metabolismo de la glucosa y aumenta la presión arterial.
  4. Adiós al estrés, pues también está asociado a cambios en las bacterias intestinales, que a su vez influirán en tu estado de ánimo. Recuerda que el intestino posee cientos de millones de neuronas, las cuales están en comunicación constante con el cerebro, pero el estrés suele afectarlas y provocar hinchazón y dolor, según la American Psychological Association. Puede deberse a que los nervios intestinales, son más sensibles y provocan rápidamente cambios en la microbiota. Contrariamente a lo que se piensa el estrés no genera ulceras estomacales, en realidad son causadas por una infección bacteriana. Así que lo ideal es meditar a diario para reducir los niveles de estrés.

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