a leche materna, clave en la microbiota intestinal
El sistema inmune madura gradualmente en el bebé hasta que cumple tres años. Por ello, es importante la ingesta de leche materna, ya que le provee anticuerpos y es fuente de transferencia microbiana, para la formación de su microbiota intestinal, de acuerdo con un estudio realizado a 107 mamás y bebés, publicado en JAMA Pediatrics.
Protección personalizada
Existen más anticuerpos en la leche inicial, que se conoce como calostro, que protegerán al chiquitín, por ello es importante brindarle el vital alimento desde las primeras horas de vida. Al entrar en contacto la mamá y el bebé, ella es capaz de producir anticuerpos y células inmunes apropiadas para su hijo, que le transmitirá a través de la leche materna; con ello personaliza la protección proveniente del vital alimento y del contacto piel con piel, de acuerdo con información publicada en Nutrients Journal.
Además quedó demostrado que las bacterias probióticas, contenidas en la leche materna son transferidas a los nenes por sus madres, desde el día 10 y hasta los tres meses se convierten en el grupo predominante; incluso son una fuente de carbohidratos, grasas, proteínas, minerales, vitaminas y enzimas digestivas. Los oligosacáridos, anticuerpos y linfocitos ayudan a que el pequeño resista infecciones, de acuerdo con información publicada en Archives of Disease in childhood.
Dura labor
Las bacterias probióticas más comunes, en la microbiota intestinal del bebé, son los lactobacilos y las bifidobacterias, que han comprobado se eficientes para aportar beneficios a la salud como:
- Reducción en el riesgo de obesidad, que está relacionada con otros problemas como la diabetes, colesterol alto, hipertensión e incluso cáncer, en la edad adulta, lo cual fue demostrado en 35 estudios según BMC Public Health.
- Mejorar el desarrollo neurológico, al aumentar el inositol, compuesto similar a la glucosa y creatina, molécula que ayuda a reciclar energía dentro de las células, los cuales se asocian a una mejor memoria, de acuerdo a una investigación reciente realizada en el Children´s National Hospital en Washington, DC.
- Minimizan las posibilidades de infecciones en el tracto urinario, oídos, sistema respiratorio y hasta alergias.
- Logran que las vacunas sean más efectivas. Se detectó en bebés alimentados con leche materna, que presentaron una mejor respuesta a los anticuerpos de las vacunas, respecto a niños que fueron alimentados con fórmula, según la investigación Is infant inmunization by breastfeeding possible?
- Elevación del sistema inmunólogico y reducción de cuadros infecciosos y del sistema digestivo, gracias a la ingesta de la cepa Bifidobacterium lactis Bb12, de acuerdo con el estudio Role of bifidobacterias en el funcionamiento del organismo humano, realizado en Chile.
Por ello, en caso que tu pequeño tome fórmula, investiga con su pediatra, la posibilidad de obtener los probióticos de suplementos vitamínicos para equilibrar su microbiota.