Lamentablemente, México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos. En México, la obesidad es uno de los principales problemas de salud pública y hoy, con la pandemia por COVID-19, se ha notificado que aquellas personas con sobrepeso u obesidad son un factor de riesgo para este virus. Por lo que resulta de gran interés poder controlar esta otra pandemia que es el sobrepeso y la obesidad.
Se ha investigado cada vez más la relación entre la microbiota y algunas enfermedades. Pues se ha visto que, modificando la composición de la microbiota intestinal, con enfoque a tratar una enfermedades específica, se han visto cambios favorables en los pacientes.
Un ejemplo de esto es la relación microbiota y COVID-19. Aunque COVID-19 es principalmente una enfermedad respiratoria, existe una creciente evidencia que sugiere que el tracto gastrointestinal está involucrado en esta enfermedad. Se investigó si la microbiota intestinal está relacionada con la gravedad de la enfermedad en pacientes con COVID-19 y si las modificaciones en la composición de la microbiota, se resuelven con la eliminación del virus SARS-CoV-2 y así pasó.
Esto es un avance importantísimo para la enfermedad. Y es el mismo caso con el sobrepeso y obesidad. Se han realizado diversos estudios en el que se ha detectado una mejoría en indicadores como el índice de masa corporal o disminución en grasa abdominal con solo modificar la composición de la microbiota intestinal a través del uso de cepas probióticas específicas.
Se sabe que las personas que tienen una condición clínica como la obesidad, tienen una microbiota intestinal desequilibrada, además con una diversidad reducida, lo que provoca una disminución en su capacidad metabólica, comparada con las personas delgadas.
La microbiota intestinal podría estar relacionada con el desarrollo de la obesidad en diferentes aspectos. Recordemos que la obesidad es una enfermedad inflamatoria. Cuando la microbiota intestinal está desequilibrada, existe una barrera intestinal deficiente, lo que propicia el proceso inflamatorio del cuerpo. También está implicado en la liberación de ciertas hormonas, entre otros. Estos trastornos puede ayudar a incrementar el almacenamiento de ácidos grasos en el cuerpo.
Los probióticos son una alternativa terapéutica para ayudar a modificar favorablemente la microbiota intestinal. Recuerda que no todos los probióticos son iguales, tienen que ser cepas probióticas específicas que su beneficio este comprobado en dicha función.
Por ejemplo, existe la cepa probiótica Bifidobacterium lactis BPL1® que se ha estudiado específicamente en pacientes con sobrepeso y obesidad. Esta cepa ha demostrado ser la más efectiva para reducción de grasa abdominal, que se sabe es la más peligrosa. Además, ha comprobado disminuir el índice de masa corporal, un indicador especifico para determinar el grado de sobrepeso u obesidad del paciente. Además de tener efecto antioxidante y antiinflamatorio y regula el apetito, es decir, aumenta la sensación de saciedad del paciente.
Te sugerimos consultar a tu médico si te consideras una persona con sobrepeso u obesidad. Pregunta a tu médico por el probiótico ideal para ti.